Vaya rato que estamos pasando, Majestad. Jopé: menudo veranito le está dando su querido pueblo. Usted, dormitando tranquilamente en las encuestas que le proclaman el coronado más querido de Europa, lleva unos meses con el gallinero más revuelto que mi estómago tras una noche matea.
Empezaron los de El Jueves. Bueno, más bien el listo del juez que decidió empurarles por hacer un chiste en el que -¡oh!- se veía a su Hijo (¿se escribe con mayúsculas o eso sólo es para Jesucristo?) poniendo a su Nuera mirando a Francia. El listo del juez decidió que aquello tenía que ser una injuria grandísima porque, ya se sabe, los Príncipes se reproducen por esporas. Con lo cual, el listo del juez consiguió agotar dos semanas consecutivas la tirada de La Revista que Sale los Miércoles, que ahora se subtitula La Revista que Secuestran los Viernes.
Y también consiguió que, a la hora de tomar partido, media España lo tomara por El Jueves y contra Usted, mi Rey (aunque eso de ‘mi rey’ suena un poco gay: ¿No me acusará luego IU de “homófono”?). Y todo por un chiste, vaya.
Ahora, subidos en esa espiral, a los catalanes más ocurrentes se les ha ocurrido hacer profesión de fe catalanista quemando fotos Suyas. Y no porque en ellas salga Usted muy feo (aunque los años pasan) sino porque… pues no sé por qué. Ahora, otro listo de juez ha mandado tras ellos a la Benemérita, al FBI y a La Razón con la sana intención de meterles en el trullo. Con lo cual, de nuevo, el Estado paga campañas de publicidad gratis total a quienes, de ordinario, se dedican a hacer el ridículo sin que nadie (más allá de la COPE) les haga demasiado caso.
No se preocupe, Majestad. Aunque se le divorcie una Infanta le seguiremos queriendo: con Borbones, con Bribones, con Letizias y con (o sin) Marichalares. Respire hondo, tómese un güisqui y cómprese El Jueves. Mañana será otro día.