Peste de agoreros
Hay una costumbre de mi señor padre que me saca de quicio. O me sacaba: desde que yo también soy padre, veo a los míos con bastante indulgencia y una reverencia cuasi mística. Porque ellos tuvieron tres, y ninguno salimos politoxicómano ni (gravemente) perturbado. Pero a lo que íbamos. Mi padre, que es del Madrid […]