Mi vida de objetor
Pues he decidido que no. Que paso. Vamos, que no me da la gana, no quiero y no se me pone. En dos palabras: yo objeto. Paso, en primer lugar, de pagar impuestos. Hasta ahí podíamos llegar: la propiedad es uno de los Derechos Humanos, ¿no? Pues eso. Que Solbes me mande a los marines […]