En Logroño no murió nadie. Pero fue casualidad. Pura cuestión de horas: ese sábado, en las instalaciones de Pradoviejo se iban a jugar 24 partidos de fútbol. O sea, que apenas un rato después de que se cayera una de las cubiertas, por allí iban a rondar no menos de 500 personas. Terrorífico.
Los vientos en La Rioja superaron los 180 kilómetros por hora. Pero en Logroño “sólo” llegaron a 90. Y Pradoviejo quedó devastado. La consecuencia es evidente: algo se hizo terriblemente mal en la planificación, el diseño o la construcción de esas instalaciones.
Hay que tener en cuenta, sobre todo, que no estamos hablando de una cubierta vieja, a la que el viento diera su último empujón porque se caía de puro podrida. No. Tras muchos años de vueltas y revueltas, las instalaciones fueron inauguradas en marzo del 2007. No tienen ni dos años. Curiosamente, la inauguración llegó menos de dos meses antes de las elecciones municipales.
Probablemente al concejal Javier García Turza le gustaría no haber dicho que Pradoviejo era “la mejor instalación de fútbol base de España sin lugar a dudas”. Pero lo dijo. Hacia el segundo 30 de este vídeo.
Es de suponer que Pradoviejo tendrá seguro, o que la obra estará “en garantía” o lo que sea. Pero quizá alguien debería revisar qué se hizo mal en Pradoviejo, qué procedimiento administrativo o técnico no fue cumplido, y cómo podría evitarse que volviera a ocurrir.
Porque quizá la próxima vez, en lugar del viernes por la noche, el viento sople el sábado por la mañana.