Gilipollas
Vaya por delante la tesis de esta columna: los españoles somos gilipollas. Y ahora, si me perdona el exabrupto y se aviene a seguir leyéndome, le explico por qué estoy convencido de esa gilipollez intrínseca que, sí, me incluye lamentablemente a mí y a usted. Usted y yo, como todos los españoles, nos acostamos tarde. […]