El Ayuntamiento de Logroño de Tomás Santos acaba de tomar una medida lamentable, injusta y, a todas luces, inexplicable. El Ayuntamiento de Logroño de Ángel Varea se ha lanzado por la pendiente del populismo más desvergonzado, tomando partido por quien no debe, malutilizando los recursos públicos en el peor momento posible. El Ayuntamiento de Logroño se equivoca, y coge mi dinero para pagar lo que unos empresarios con la cara muy dura deben, pero no quieren, pagar.
La historia es breve y conocida. Las empresas Aspe y Asegarce, que dominan el cotarro de la pelota, intentaron coaccionar al Gobierno de La Rioja con una amenaza digna de un capo mafioso: si me obligas a pagar los impuestos que legalmente tengo que pagar, no hago la Feria de San Mateo.

El Gobierno de La Rioja hizo en esta ocasión lo que tenía que hacer, decir que la ley es la ley. Las empresas, con la más pura desvergüenza, dijeron públicamente que ellas lo que buscan es que alguien les pague los tributos. Y lo peor es que lo ha encontrado: el Ayuntamiento de Logroño de Ángel Varea y Tomás Santos va a utilizar el dinero de los logroñeses para pagar los impuestos que no quieren pagar en La Rioja unas empresas de fuera de La Rioja. Tremendo logro para un Ayuntamiento que se dice socialista y regionalista.
La Feria de San Mateo de este año será, así, una feria de vergüenza. El más puro electoralismo populachero, el afán de meter el dedo en el ojo del contrario ha cegado al Ayuntamiento, que ha olvidado que se debe a los ciudadanos y a la ley. Ojalá, sueño, les salga la cosa por la culata a todos. Ojalá no vaya nadie.