No tengo ni idea de cómo es vivir bajo una dictadura. Cuando Franquito la palmó yo tenía dos años y medio, y como que no estaba para funerales. Y luego, por la gracia de Dios, he vivido siempre en una democracia. El peor sistema político posible, con la excepción de todos los demás.
Así que lo dicho, no sé cómo se vive en un régimen en el que la simple acción de la oposición política puede llevarte al trullo. Unos cuantos miles de millones de seres humanos (la mayoría, chinos) aún viven bajo regímenes así. No es que sea para sentir orgullo de especie, pero en fin: así es.

Hay mucho dictadorcillo suelto por el mundo. Entre unos y otros hay grados (los hay más crueles, los hay más disimulados) y unos tienen mejor prensa que otros. Pero son lo que son: gentezuela que le ha robado a su pueblo uno de sus derechos fundamentales, el de decidir cómo quieren ser gobernados. Entre otros muchos derechos.
Cuba, por ejemplo, es un ejemplo de dictadura de grado medio: inasible al desaliento, impertérrita ante la pobreza de su gente, intolerante ante la oposición. Incapaz de hacer lo propio, que es dejar decidir a los cubanos cómo deben ser gobernados. Y capaz, en el ínterin, de encarcelar, reprimir y torturar a la pura oposición política.
Bienvenidos sean los disidentes cubanos expulsados y especialmente, por lo que nos toca, bienvenidos sean Hansel, Vivians y Amy. Acaban de llegar, dicen que quieren ser «unos logroñeses más».Ojalá el resto de los logroñeses se lo pongamos fácil, aunque sólo sea porque muchos recuerdan lo que yo no: cómo era eso de vivir bajo un dictador.