>

Blogs

Teri Sáenz

Chucherías y quincalla

SUEÑOS DE PODER

Aveces sueño que llego a ministro. En mi sueño atesoro poder. Muchísimo. Disfruto de un gigantesco despacho casi vacío en la última planta de un edificio noble con mi nombre grabado en una placa a la entrada. A mi alrededor pulula un coro de advenedizos en busca de prebendas, tengo un chófer a mi disposición y hago lo que me da la gana. Subo y bajo impuestos, gasto dinero, envío tropas pacíficas a conflictos bélicos.

El sueño es todavía más intenso si he cenado copiosamente y nada me aturde ese día. Entonces fantaseo mientras duermo que lo que de verdad soy es ministra. También tengo muchísimo poder. Tanto que acudo a una cumbre de altísimo nivel ante un ramillete de los principales mandatarios del mundo y no tengo reparos en decir lo que pienso. Se me acerca Silvio Berlusconi segregando baba con una sonrisa de dandi flácido y, en vez de admitir sus hipócritas disculpas por haberse mofado de mi condición de mujer, me salto el protocolo y le digo lo que todas pensamos de él aun a costa de provocar un conflicto diplomático.

Justo en ese instante me despierto. Me froto los ojos en mitad de la noche y caigo en la cuenta de que no soy ministro ni ministra, sino sólo el Rey de una nación cualquiera. El jefe de un Estado coqueto pero huérfano de petróleo o reservas gasísticas que por eso mismo tiene que aguantar las impertinencias de los presidentes de otros países rebosantes de crudo. Un monarca que una vez tuvo el arrebato de decir lo que pensaba y mandó callar a Hugo Chávez ante el resto del mundo, pero que cuando ha venido a mi casa se ha limitado a reír sus chistes sobre mi barba canosa.

Temas


septiembre 2009
MTWTFSS
 123456
78910111213
14151617181920
21222324252627
282930