Como no descendió del atril para contestar preguntas de nadie y se limitó a descargar la ración de consignas que traía desde Madrid, no se sabe si José Blanco tenía la frase preparada contra el Gobierno de Sanz o la improvisó en el fragor del mitin olvidando las alianzas que rigen en Logroño. El caso es que el «localismo barato» que acuñó el sábado en Logroño para capear las críticas suscitadas por adjudicar la primera fase del soterramiento a una firma sin participación riojana ha dejado tras la marcha del ministro de Fomento un reguero de nuevas críticas. Y no sólo desde el frente político, sino también del empresarial.

El presidente del PR, Miguel González de Legarra también echó ayer en falta que el número ‘2’ del PSOE rehuyera dar explicaciones de por qué se eligió a Sacyr «cuando concurrieron al concurso empresas con una oferta mejor, al menos económicamente». El líder regionalista devolvió la frase a su autor y recordó que a Blanco «no le importó el localismo» al firmar el pacto por el que el PSOE, con el apoyo del PR, ha conseguido gobernar el Ayuntamiento de Logroño. Una alianza que, como subrayó Legarra, incluye la apuesta por contratar empresas con participación riojana. «O mintió entonces, o mintió el sábado», infirió como colofón de su respuesta.

El PP de Logroño ha visto en la frase del ministro y la reacción de los regionalistas la ocasión para golpear doblemente con un solo puño. «El PR se hace el ofendido cuando consiente un pacto con el PSOE totalmente incumplido», afirmó Cuca Gamarra a través de un comunicado donde destacó desde la liberalización de la AP-68 hasta la reapertura de Correos y el Museo. «Comprendemos que es desagradable que tus propios socios vengan a tu ciudad a insultarte», reflexionó Gamarra en una opinión que suscribe el PP de La Rioja para destacar que fue el propio vicesecretario general del PSOE quien bendijo una alianza que contempla como condición prioritaria el trato de favor a las firmas riojanas. «Ese acuerdo es ya papel mojado», creen los populares.

Presumiblemente por razones más económicas que políticas, la patronal riojana de la construcción también arremetió duramente contra la adjudicación a Sacyr, en la que ve un «injustificable pago de favores del Gobierno central» tras la «técnicamente deficiente y ruinosa» llegada de la alta velocidad a Barcelona. «De igual forma que opera el Gobierno de La Rioja, el de España utiliza la adjudicación de la obra pública para pagar favores que empresas como Sacyr le hacen en otros puntos de España para ganar votos», afirmó la Asociación de Empresarios de la Construcción, Promoción y Afines yendo más allá en su valoración: «Tan claro tenía Sacyr la adjudicación que fue una de las dos empresas que fue sola al concurso (las demás fueron como UTE) y ni siquiera es la oferta más barata».

A diferencia de otros agraviados por las palabras (y los hechos) de Blanco, lo que lamenta la CPAR no es la falta de respuestas sino la endeblez de los argumentos del PSOE del Consistorio logroñés «para justificar lo injustificable».