Tomás Santos confiará prácticamente en el mismo equipo que le ha acompañado esta legislatura para intentar renovar la Alcaldía tras las elecciones del 22-M. A excepción de José Luis Lagunilla, que se retira por motivos personales después de una dilatadísima trayectoria, Santos parece hacer un ejercicio de fidelidad hacia quien le ha secundado en una singladura compleja y turbulenta por razón de una acuciante situación económica y la presión ejercida por el Gobierno de La Rioja. ¿Para qué cambiar si las cosas se han hecho razonablemente bien?, parece ser la máxima que ha seguido el diseño de la candidatura que debe refrendarse este sábado en Riojafórum.

Los nombres que incorpora el actual alcalde a la lista tienen un carácter casi exclusivamente simbólico. La actual decana del Colegio de Abogados y en su momento gran esperanza blanca del socialismo riojano, María Victoria de Pablo, ocupará en torno al número 15 en esa frontera que marca la mayoría absoluta a la que aspira el PSOE en Logroño. Más conocido como hermano de la líder de UPyD que por sus pretéritas responsabilidades como senador o secretario general de la agrupación de la capital riojana, Ignacio Díez retornará a la escena pública cerrando la lista de Santos. Ambos pueden servir como banderían de enganche electoral, pero en ningún caso se contempla la posibilidad de que lleguen al pleno municipal.

¿Quiénes serán sus contrincantes en el PP de Cuca Gamarra? Todo está en el aire. Los populares ultiman una candidatura en la que, con toda probabilidad, aparecerá alguna figura de relumbrón trasvasada del Ejecutivo regional. El anuncio de Pedro Sanz de recortar tres de sus consejerías (si gana las elecciones autónomicas) y la necesidad urgente de Gamarra de dar mayor empaque al equipo con el que aspira a gobernar apuntan en esa dirección. Así se cumpliría de rebote otro de los preceptos predicados por Sanz durante sus años de Gobierno: no dejar caer por la escalera a nadie de los que le han acompañado durante su mandato. Veremos si pesa más el criterio de la que aspira a ser alcadesa de Logroño o la decisión del partido que ha apostado denodadamente por ella.

La carrera electoral ya ha comenzado en Logroño aunque, de momento, los protagonistas son las lonas de Gran Vía que tanto costaron y las esculturas de la vid en paradero desconocido.