Hace 72 horas, Pedro Sáez Rojo llevó en un aparte a sus colaboradores más próximos en la Consejería de Agricultura. Con ese rictus de seridad y pulcritud que exhala, les informó antes de que se hicieran eco los medios de que en unas semanas abandonará el departamento para incorporarse como número 2 de Cuca Gamarra. El mohín de sorpresa de sus compañeros al saberlo es posible que sólo pueda asemejarse al que el propio Sáez Rojo mostró cuando le comunicaron su nuevo destino, ya que su relación con Gamarra no era casi nula y su interés municipal ignoto.

Su presencia en la candidatura de Gamarra confirma lo que se mascullaba: que la cabeza de lista ha tenido un margen limitado para confeccionar el grupo que le acompañará y que ha sido desde la sede del PP desde donde se ha diseñado el catálogo de nombres (posiblemente igual que hicieron con ella misma cuando le conminaron a Revuelta a llevarla consigo en su momento) con la consigna de dar mayor peso específico a la opción popular en el Ayuntamiento y, de paso, ir soltando lastre en el Gobierno para acomodar a los fieles cuando se materialice esa jibarización de consejerías que avanzó Pedro Sanz. El nombre de Sáenz Rojo se une al de otros directores generales trasvasadas como Miguel Sáinz, la también ex concejal Paloma Corres y el actualmente concejal Jesús Ruiz Tutor.

Todo eso, que podría formar parte de la estrategia original, no contaba con el ‘efecto Revuelta’. Así que la obsesión desde la noticia de su regreso ha consistido en encontrar un antídoto lo suficientemente eficaz ante la aparición del hijo díscolo del PP. ¿Quién podría contrarrestar al ex alcalde y sus amigos? Pues nada menos que el amigo de todos: Titín. El fichaje del pelotari más mediático y popular de La Rioja constituye una noticia casi de mayor alcance que el propio retorno de Revuelta y confirma que el PP no está dispuesto por nada del mundo a dejarse escapar esta vez la Alcaldía. Sanz lanza de esta manera otro mensaje a las ínfulas de Julio, y le advierte de que el cargo público que ocupó durante 7 años no le garantiza por sí mismo tanto tirón como el que Titín tendrá sin haber dado en su vida un solo mitin.

Aunque la carga de profundidad más hiriente hacia ‘Ciudadanos de Logroño’ es el nombre de José Luis Bermejo cerrando la lista en la recta más que final de su carrera. Una presencia testimonial, pero que tiene el valor simbólico de decirle a Revuelta que él fue lo que fue por lo que quiso que fuera Bermejo cuando le llevó consigo y luego le cedió el testigo. Ten amigos para esto, habrá pensado e ciudadano Bermejo.

La foto es de Enrique del Río y recoge la felicitación de Pedro Sanz a Titín durante la entrega de la Medalla de La Rioja al pelotari en San Millán en el 2008