El día anterior a que Francisco Martínez Aldama presentara el equipo que le va acompañar en la carrera electoral, el Parlamento celebraba lo que (aunque aún no se sabía) sería el último pleno de esta legislatura. El hemiciclo estaba tan vacío como de costumbre a pesar de que ese machacón soniquete de que Ceniceros lo ha cerrado al pueblo, y entre público sólo asomaba una cara diferente al puñado de incondicionales que cada partido lleva a estas citas.
Era uno de esos rostros familiares pero ajenos, que después de mirarlo detenidamente se descubrió: era Ana Santos. La inhabitual presencia de la responsable de la Unidad de Violencia contra la Mujer tenía su sentido, pensaron los inocentes, en el punto III del orden del día que discutía el proyecto de Ley de prevención, protección y coordinación en materia de violencia de género. Sin embargo, la comparecencia al día siguiente de Aldama para presentar su candidatura dio una nueva dimensión a la visita a la Cámara de Santos, que resultó ser la gran novedad de la lista ocupando nada menos que el número 4. ¿Acudió para ver cómo se aprobaba la Ley o conocer a los que serán sus compañeros a partir del 23-M? ¿Estaba tomando notas legislativas o familiarizándose con el debate parlamentario?
Su inclusión confirma el fuerte peso de aparato y, tal vez, la intención de Aldama de mirar más allá de estas elecciones preparando el terreno para la siguiente legislatura con el viaje de vuelta de César Luena. Todos los dedos le apuntan como el sucesor del líder socialista en La Rioja, y su nombramiento como número 15 a la lista Parlamento regional después de salir de él para ir al Congreso no hace sino ratificar ese pronóstico. Y así es posible que sea si, como confirman las encuestas, Sanz vuelve a doblegarle por tercera vez.
Asumiendo la mayoría absoluta que el PP podría repetir, el contrincante para el PSOE en estos comicios no serán los populares sino la propia izquierda. Al impacto de la política de Zapatero en las aspiraciones de los candidatos autonómicos, se une en La Rioja la voluntad de IU de volver a las principales instituciones. Los de Henar Moreno saben que ésta es la ocasión definitiva para pescar en el caladero de los socialistas descontentos, y para ello han dejado de lado el habitual amateurismo de la coalición para poner en el cartel nombres de peso como los de Ollero en Logroño y Chuchi Cámara como ‘2’ del Parlamento. Un soslayado desafío, por otra parte, entre CCOO y la UGT que anida en Martínez Zaporta.
En esa coyuntura, hay militantes de base del PSOE que de puertas a fuera hablan de “derrocar” a Pedro Sanz el día 22 aunque con la boca pequeña se conforman con una “honrosa derrota” que no rebaje de 13 sus diputados en el hemiciclo. Son los mismos que asumen que Luena será su jefe de filas y que Aldama ya consiguió su triunfo. El que obtuvo en septiembre del año pasado cuando desactivó las elecciones primarias y aparcó las aspiraciones de Santiago Sufrategui
Fotografía: Justo Rodríguez