Si usted reclama alguna información oficial por parte de la Delegación de Gobierno, es más que probable que alguno de sus asesores le indique que esa labor ya no es parte de su negociado y le remita a los futuros responsables del Estado en La Rioja (cualesquiera que sean nombrados) para solventar cualquier duda. Respuestas de este tenor destilan muchas interpretaciones y ninguna entusiasta pero, sobre todo, confirman cómo entre el propio PSOE hace tiempo que está instalada la absoluta seguridad de que el PP arrasará en las elecciones generales y el inmueble de Muro de la Mata cambiará de inquilinos.

En vista de que una de las partes medulares de la cúpula socialista en la región reconoce sin pudor que los días que restan hasta el 20-N constituyen una interinidad de trámite, el objetivo por parte de algunos pasa por definir su futuro a partir del día siguiente. El problema es que la meta de unos es la de muchos otros en un tablero donde habrá muy pocas casillas por ocupar. Estas semanas se reproduce el malestar por el aterrizaje de ‘paracaidistas’ designados por Ferraz en plazas donde chirrían, pero sobre todo el de colectivos que observan cómo los suyos están siendo relegados en las listas de los puestos que tradicionalmente el partido les tenía reservados en favor de pesos pesados que reclaman un puesto en las Cortes. Primero fueron un grupo de mujeres socialistas las que expresaron públicamente una situación que Rubalcaba despachó con la “recomendación” de que cada federación aupara nombres femeninos en las candidaturas. Ahora son los jóvenes, a través de una carta con remite de Juventudes Socialistas, quienes claman por su cuota de representación e instan abiertamente al líder del partido a “introducir los cambios necesarios” ante la comisión federal de listas para que los puestos que tradicionalmente ocupaban los suyos no se vean superados por otros en función de las “presiones” de barones locales y territoriales.

Lo paradójico de este último aldabonazo a la puerta de Rubalcaba es que llega cofirmado por el secretario de Organización de JJ.SS. Un César Luena que, a diferencia de otros colegas de la organización apartados de las primeras líneas, ha conseguido revalidar el encabezamiento de la lista al Congreso en La Rioja. Él tendrá por lo tanto más suerte que otros muchos compañeros de filas en el PSOE que huelen el batacazo a meses vista y son conscientes de que esta vez no habrá tarta para todos. Sobre todo, si tienen la osadía de ser mujeres y rondar los 30 años.

César Luena (arriba en el centro) y otros miembros de las Juventudes Socialistas, realizan el popular signo de apoyo al presidente Zapatero, con la ceja de Zapatero, en la precampaña de las elecciones generales del 9 de marzo de 2008 (Fotografía: Juan Marín)