Si usted posee presencia, cuenta con un discurso convincente, se siente capacitado para lidiar con luchas intestinas y está dispuesto a partirse la cara con Pedro Sanz, puede encontrar su sitio en el PSOE de La Rioja. Enfrascados en una batalla interna tras las recientes derrotas electorales sólo a la altura del guirigay que conlleva reordenar su ideario, los socialistas riojanos enfrentan un empinadísimo proceso de reconstrucción. Y la primera parada de ese trayecto es obligada: buscar un líder de garantías.
Aldama no deja precisamente un legado de tranquilidad. Hasta su marcha al Senado después de tres derrotas consecutivas y el hundimiento en votos del partido ha sido un ejemplo del malestar que anida en Martínez Zaporta. La guerra de las “X” en la papeleta socialista a la Cámara Alta ha sacado a la luz esa tirantez. Así lo confirma la victoria de una casi anónima concejala de Calahorra como Elisa Garrido en Logroño sobre el que ha sido durante la última década líder absoluto y, como contrapeso, la notable distancia del propio Aldama sobre los números 2 y 3 al Senado en sus plazas más fieles como Murillo y un bueno número de localidades de la cuenca del Cidacos. Un “juego” al que se sumó el PP compartiendo en algunos municipios la elección de sus propios candidatos con un respaldo a Garrido para restar opciones al de Herce.
No son pocos en el partido que censuran que Aldama no pusiera su cargo a disposición del partido tras la debacle del 22-M y tomara la misma puerta de salida que Tomás Santos, pero el aludido se ha mantenido fiel a sus palabras de aquella noche – “no vamos a salir corriendo”– y sigue prolongando su marcha parapetado en la “hoja de ruta” de Feraz. De hecho, después de anunciar en el último pleno que ya no ejercería más como portavoz parlamentario tampoco está claro cuando renunciará al acta y dará el relevo al siguiente en la lista, Daniel García.
Hay dentro del PSOE quien cree que la frase a la que se ha agarrado para seguir ocupando un cargo de relevancia llegará a sus últimas consecuencias. Ahí se contextualiza la postulación oficiosa de José Ángel Lacalzada como aspirante a secretario general. El exalcalde de Murillo ha sido (y es) uno de los kikistas más leales, y su posible candidatura evidenciaría el continuismo aplaudido por parte de la Ejecutiva construida también a la medida de Aldama. Lacalzada cuenta a su favor con la herencia del poder territorial que se ha labrado el nuevo senador (inversamente proporcional a su debilidad ante el líder del PP) y su condición de, aunque novato, parlamentario regional y miembro de la Mesa dentro de un grupo que tendrá eventualmente como titular al hasta ahora portavoz adjunto, Francisco Javier Rodríguez Peña. Un aval de protagonismo que no pueden esgrimir las otras dos figuras que sobresalen en el horizonte del liderazgo.
Luis Alonso, apadrinado por Izquierda Socialista y parte de los críticos descabezados tras la marcha de Sufrategui, se antoja como ese “borrón y cuenta nueva” que reclaman las bases. Sin embargo su experiencia no va más allá de su participación en el Ayuntamiento de Villamediana y, como otras voces señalan, la apuesta supondría “fabricar desde cero” un líder como ya hizo el partido con un casi desconocido Aldama en el año 2000 sin garantías de futuro. El tiempo apremia y el carisma no se compra.
Quien más camino tiene recorrido en esa dirección en César Luena. Su bagaje en el Congreso, sus tablas pisando moquetas y el cobijo de José Ignacio Pérez le avalan. En su debe pesa sin embargo su lejanía del Parlamento –la lista tendría que correr tres puestos más para darle entrada- , su voto a favor del blindaje del Concierto vasco en las Cortes y la falta de peso en las agrupaciones locales, además de una cierta ambigüedad en cuanto a su afinidad respecto a la actual Ejecutiva y las dudas sobre si será capaz de levantar un proyecto desde cero y sin hipotecas.
El camino de aquí al Congreso de finales de febrero se antoja pedregoso y sombrío para el PSOE riojano. Entre la oscuridad asoma el filo de los navajas y, quizás, algún otro candidato a liderar un partido urgido de savia nueva.
Fotografía: Miguel Herreros
Asistentes al Comité Regional del PSOE de La Rioja celebrado el sábado a puerta cerrada en la UR