La frase no admite dudas ni matices: “Si el juzgado desaparece, dejaré de ser alcalde de Haro y de pertenecer al PP”. Patricio Capellán ha sido contundente tanto en su postura contra la propuesta del Consejo General del Poder Judicial de suprimir la plaza jarrera como en la puerta que tomará si el anuncio se consuma.
En tiempos de trágalas, culpas a la herencia recibida, medias palabras o, como mucho, declaraciones institucionales con sabor de brindis al sol, las palabras de Capellán son un órdago a la grande. Y no sólo por la defensa extrema de los intereses de su pueblo, sino por quién es el primer edil de Haro: una de las figuras históricas con más solera del PP riojano incluso cuando el partido aún buscaba un liderazgo firme y padre de Gonzalo Capellán, flamante consejero de Educación y un fijo por currículum académico y ADN político en las quinielas de una virtual sucesión de Pedro Sanz… si alguna vez se produce.
La comparación es inevitable. Mientras el uno acaba de proferir la amenaza más estruendosa que se recuerda en un partido marcado por el acatamiento ciego a los dictados de las siglas, el otro sigue cumpliendo el guión marcado por los tecnócratas de Rajoy. Zona única en Logroño, ajustes en el profesorado, incremento de tasas universitarias de segunda y sucesivas matrículas. Medidas, desde luego, alejadas de alguien cuyo perfil académico ha defendido a ultranza los parámetros de una educación universal y pública y que, ante las reiteradas críticas de la oposición, no ha dudado en rescatar ese pasado para negar que tras las decisiones de su departamento se esconda una defensa del sistema concertado o cualquier tipo de discriminación o elitismo. En este sentido, y frente a las críticas del PSOE, ha llegado a recordar en sede parlamentaria que cursó estudios en el colegio público Nuestra Señora de la Vega de Haro con gitanos y otras etnias entre sus aulas.
Padre e hijo. Presentes del pasado próximo y del futuro cercano. Uno que podría irse si siguen los recortes en su pueblo, otro que se mantiene aplicando las reformas marcadas desde Madrid en la enseñanza riojana. Todo queda en casa.
Fotografía: Fernando Díaz
Rajoy en Haro junto a Patricio Capellán y Pedro Sanz en la precampaña de las elecciones municipales del 2011