La herida abierta entre la Ejecutiva del PSOE logroñés que comanda desde el pasado mes de abril Inmaculada Ortega y el grueso del equipo municipal en el Ayuntamiento de la capital riojana no acaba de cerrarse. La asamblea de la agrupación local celebrada el pasado sábado dejó constancia de esa distancia, y a pesar de la mayoría recabada para sacar adelante los puntos del orden del día, las intervenciones tanto de algunos de los concejales como de militantes con solera dentro del partido denotó que persisten aristas sin limar.

Ayer, en la presentación de los resultados de la asamblea, la secretaria general se mostró rotunda a preguntas de los periodistas sobre el estado de la relación entre ambas partes: «Es patente que quien dirige los destinos de los socialistas de Logroño es el órgano elegido por ellos, es decir, el Comité Local». Ortega se remitió al resultado del congreso de abril -«con un voto por cada persona»- para defender la legitimidad y autoridad de la dirección que entonces se impuso a la candidatura de Inmaculada Sáenz y la oficialista de Victoria de Pablo. «Los concejales son la voz del partido en la ciudad como los diputados lo somos a nivel nacional, y todos somos parte de un único entramado», agregó sin negar que el camino desde su nombramiento ha estado marcado por «luces y sombras» en este sentido. «Confío en que la luz abierta y ratificada mayoritariamente por los afiliados se mantenga», sentenció.

Algunas de esas sombras se cernieron el sábado en la sala de usos múltiples del Ayuntamiento en forma de apelaciones a la dirección. No faltó el recuerdo a la atribulada elección de Concha Arribas como portavoz municipal después de desechar la opción de Pilar Criado, ni tampoco alusiones al papel reservado para Vicente Urquía en el nuevo escenario o hasta las filtraciones a la prensa que jalonaron aquel proceso postcongresual. Críticas y comentarios que incluyeron incluso las formas cuando uno de los ediles censuró el «plagio» a un documento federal en el plan de trabajo de Concha Arribas relativo a Política Local, y que la aludida justificó por su participación en el texto nacional y la conveniencia de afianzar un discurso único.
Quizás para actuar de pegamento, la asamblea dio el visto bueno a la figura del presidente de honor y, como adelantó ayer Diario LA RIOJA, a la designación de Ángel Félix García para tal cargo. «Un moderador, un hombre de bien, el prototipo de los valores del PSOE, alguien con autoridad moral…». Ortega no ahorró halagos para quien ocupará un puesto no contemplado inicialmente en la candidatura -como sí se recogía en la De Pablo en la persona de Pilar Criado- y confió en que ejerza un papel integrador. «Lo hará, además, sin cobrar», apostilló para marcar distancias con el homólogo de García en la Ejecutiva Regional, José Ignacio Pérez.

No fue la única referencia a la cuestión económica. En su repaso a las propuestas aprobadas el sábado y la petición de que Sanz y Gamarra cesen el «acoso y derribo» contra los sectores más desfavorecidos, Ortega destacó la «suerte» de que su portavoz municipal tampoco cobre. «Ese sueldo irá a los fondos de la agrupación para las políticas en beneficio de los logroñeses», apuntó.

Fotografía: Sonia Tercero

Luena levanta la mano de Ortega tras el congreso local que la elegió como secretario general del PSOE de Logroño