José Ignacio Pérez se mantiene al frente de la presidencia del PSOE de La Rioja, pero ya no trabaja a tiempo completo en la sede de Martínez Zaporta. El también expresidente de la comunidad autónoma colabora desde hace meses con un think tank vinculado con la Alianza Progresista de Socialistas y Demócratas en el Parlamento Europeo en calidad de consultor y analista de asuntos vinculados a la UE centrado, concretamente, en un proyecto sobre modelos de arquitectura institucional europea. Una labor que desempeña la mayor tiempo en Madrid y que le ha obligado a limitar las jornadas que puede permanecer en Logroño para atender la organización del partido.
La institución, con la que Pérez Sáenz ya mantenía contactos desde su marcha del Senado en diciembre del 2011 hasta que César Luena le “repescó” para la nueva Ejecutiva de los socialistas riojanos tras el congreso regional de febrero del 2012, compensa su labor con una retribución que no ha trascendido oficialmente. En cualquier caso, el cambio ha llevado a la formación, de acuerdo con el interesado, a reordenar tanto las tareas internas como las retribuciones previstas para los liberados, al hilo también de las limitaciones económicas que atraviesa el partido.
El expresidente de la comunidad ha dejado de cobrar por la dedicación exclusiva -2.400 euros netos al mes en 14 pagas- que ya sólo mantienen dos cargos dentro del PSOE de La Rioja: Francisco Ocón y José Ángel Lacalzada. El primero recibe la asignación en calidad de secretario de Organización, y el exalcalde de Murillo por sus funciones como coordinador del grupo parlamentario y que el partido cubre parcialmente con su percepción como secretario segundo de la Mesa de la Cámara (1.151 euros al mes). Los emolumentos de secretario general, por su parte, provienen de la asignación constitucional y el resto de complementos que le corresponden desde el Congreso como diputado nacional.
La presidencia del PSOE de La Rioja toma así el estatus estrictamente institucional y sin contraprestación económica que había mantenido hasta la llegada de César Luena a la cúpula del partido. La ejecutiva del sucesor de Francisco Martínez Aldama optó por situar al expresidente riojano como liberado en el cargo que hasta entonces había ostentado José Medrano. La decisión fue acogida con recelo por una parte de la militancia. Por ejemplo, tras su elección como secretaria general de los socialistas de Logroño, el equipo de Inmaculada Ortega optó por Ángel Félix García como presidente de honor de la agrupación que, como explicó a preguntas de la prensa, trabajaría sin cobrar.
Fotografía: Sonia Tercero