De orfebre ideológico de Podemos a supervisor desde fuera de la dirección de las esencias de un partido que irrumpió sin freno y ahora parece desacelerarse. Juan Carlos Monedero (Madrid, 1963) ofreció una charla en el IES Sagasta en la que admitió (algunos) errores, identificó rivales, justificó decisiones y se apoyó en sondeos como el que acaba de publicar Podemos para alentar a un sprint hacia la meta de las elecciones generales.
– ¿Podemos sale a ganar las elecciones del 20D como proclamaba su número 1 (Iglesias) o no tiene posibilidades de gobernar como dice ahora la 3 (Bescansa)?
– Las encuestas están convirtiéndose en armas de desinformación que utilizan los medios con intereses políticos para construir profecías autocumplidas. Podemos ha hecho su propio sondeo y Carolina (Bescansa) ha sido honesta, aunque quizás no se haya expresado correctamente y otros han querido malinterpretarla, al decir que a día de hoy el PP se sitúa un poco por encima de tres partidos que están prácticamente empatados. En ese escenario, es evidente que no puedes gobernar sin más. Ello debe servirnos como acicate y aprovechar los 70 días que restan para el 20D para acelerar ante el objetivo por el cual nació Podemos: las elecciones generales.
– No minusvaloraba tanto los sondeos que hace no mucho situaban a Podemos en lo alto de la tabla.
– Nunca nos ha convencido ninguna encuesta ajena. Ni las que en mayo del 2014 nos ignoraban ni las siguientes que llegaron a situarnos como primera fuerza. Había una voluntad de inflar la intención de voto a niveles exagerados para que después todo lo que estuviera por debajo de esos resultados pudiera interpretarse como un fracaso por los mismos que las magnificaban. Una vieja estratagema de manual.
– En cualquier caso, la desaceleración de Podemos tras una aparición estelar parece obvia.
– No nos hace falta ninguna encuesta para ver que Podemos tiene que hacer un esfuerzo. El día a día nos enseña que hay que prestar más atención a aquellos elementos que nos hicieron aparecer en el escenario con mucha fuerza y se han ido erosionando por un cúmulo de circunstancias. El propio paso del tiempo, ataques furibundos de aquellos a los que incomodamos, procesos internos donde nos hemos rasguñado, el hecho de que impugnemos al sistema desde dentro del sistema…
– ¿Y errores de estrategia?
– Sí, también algunos. Hicimos descender nuestra demandas a un discurso de gobierno perdiendo frescura y la centralidad que proclamábamos porque había una mayoría golpeada por la crisis se malentendió como afán por ocupar el centro. Sin embargo, el hecho es que la situación de hoy es idéntica al 2014. Urdangarín, Bárcenas y Rato siguen fuera de cárcel, continúa la corrupción, el paro, la precariedad laboral. Eso demuestra que Podemos es más necesario que nunca y está recuperando el ADN que nos reclamaba la gente que se enamoró del proyecto y últimamente estaba un poco fría.
– En las disputas intestinas que reconoce que han herido el proyecto no caben enemigos exteriores. Su propia salida de la dirección se interpretó como fruto de ello.
– Nacimos para una reinvención cansados de que siguiera haciendo política del siglo XIX en el XXI. El problema es que eso lo haces con mimbres del pasado y el riesgo de que repitas fallos es alto. De hecho, hemos cometido algún error propio de los viejos partidos. La diferencia es que los hemos reconocido, nos hemos enfadado con nosotros mismos y los hemos identificado para corregirlos. Mi salida de la dirección tenía que ver con que yo no soy de ejecutiva, sino profesor universitario y alertaba de la necesidad de recuperar los elementos iniciales que son los que nos llevaron a nacer. Esa es la tarea de aquí al 20D: ser muy sensibles a la voz de la calle y no repetir patriotismos ni facciones partidistas.
– ¿Fue también un error “decapitar” a la ejecutiva de Podemos en La Rioja acusándole de fraude electoral y elevar a los cuadros más afines a la dirección nacional?
– Una cosa son errores sobre acciones que podías haber acometido de distinta forma y otra que de repente un partido nuevo con opciones de gobierno se llene de personas arribistas que no deberían haber estado. En el caso de La Rioja no hubo error, sino una decisión drástica que demuestra que en Podemos no se permite estar en política para forrarse ni buscar el beneficio personal.
– ¿Y no será un error histórico, como lo tacha Alberto Garzón, no conformar un frente común con IU en las generales de diciembre?
– Los errores históricos los cometen quienes tienen demasiada historia, e IU arrastra muchos lastres que no corresponderían sostener a Alberto. Podemos ha apostado desde el inicio por lo nuevo y lo que no puede asumir son militantes-funcionarios, acuerdos jurídicos que tienen que ver con deudas y bancos o llevar en listas gente rehén de un discurso rancio, que es lo primero que se puso en la mesa de negociación.
– ¿Por qué Ciudadanos que nació con un afán similar aunque en un espectro opuesto no sólo no se ha desinflado sino que sigue al alza?
– Había una portada de El Jueves que lo explica. Aparecía Pablo (Iglesias) con un machete avanzando por la selva lleno de mordeduras y detrás un pijo guapo pasando por el camino que había abierto. El fracaso del bipartidismo hace que los centros de poder busquen una alternativa y los intereses de la patronal llevan a articular un “Podemos de derecha”. Por eso ha recibido muchísimo dinero, apoyo mediático y un trato amabilísimo de los medios. C’s es, en definitiva, la muleta del bipartidismo y como tal la cuidan.
Fotografía: Juan Marín