El proyecto de Presupuestos de La Rioja para el 2016 incluye una pequeña rebaja en varios tramos autonómicos del IRPF para las rentas medias. Además, la eliminación ya total del Impuesto de Patrimonio que el PP llevó por bandera durante la campaña queda ahora a expensas de lo que dictamine un equipo de estudio. Tranquilo, no se asuste. Mi intención no es amargarle el día ni aturullarle con ninguna procelosa disertación sobre esa cosa insondable llamada fiscalidad. El meollo no es el qué, sino quién. El presidente regional reconoce que ambas cuestiones han sido incluidas a petición del C’s. El PSOE sostiene que los Presupuestos son los que el PP habría presentado de mantener la mayoría absoluta y nadie ha influido. Pero C’s dice que no sólo ha influenciado, sino que el texto inicial ni siquiera preveía ambos temas. A Podemos le interesa mayor progresividad aún y el PP…. El PP dice que las Cuentas son «netamente PP» y que donde unos intuyen imposición ellos sólo ven diálogo. La profusión de lecturas sobre el mismo hecho, llamativamente similar al rifirrafe sobre quién propició el relevo de Pedro Sanz por José Ignacio Ceniceros, descubre cómo es la nueva política regional. Una manera de avanzar retrocediendo con mochilas en las que aún pesa el viejo hábito de confundir consenso con debilidad y arrogarse tantos méritos como quepan una urna. Al menos, hasta las elecciones generales, cuando las caretas se caigan y la clave no sea quién cede, sino qué.