Cuando la ciclogénesis explosiva ya se ha diluido en el cielo, en la tierra política sigue fraguándose una borrasca de proporciones mayúsculas a cuenta del blindaje del Concierto Económico. Una tormenta perfecta por la cantidad de implicados, la retorcida combinación de reproches y los bruscos giros que provoca un viento de intereses territoriales y pleitesías partidistas.
El Gobierno de La Rioja, que tal vez sepa que es del PP, va a recurrir el blindaje. Basagoiti, que también pertenece al PP pero es vasco, no está de acuerdo con Sanz y se ha quejado ante Rajoy. El lehendakari Patxi López milita en el PSOE, pero comparte el malestar de Basagoiti. Incluso ha arremetido contra Aldama y los socialistas riojanos por apoyar ahora las intenciones de Sanz . Y eso que César Luena y Remedios Elías, que son socialistas y riojanos, votaron a favor del blindaje en el Congreso. Entonces se opusieron los diputados nacionales del PP a excepción de los vascos. Éstos se ausentaron para no contradecirse, y Aldama llamó a aquello «puro teatro». Luego, en el Senado, José Ignacio Pérez –riojano, socialista, ex presidente de la comunidad– también evitó ponerse en evidencia , pero los suyos no invocaron al arte. Patxi López hace tiempo que dice que vendrá a La Rioja para verse con Sanz, aunque su llegada parece blindada por el blindaje.
¿Demasiado enredado? No pregunte a ningún periodista. Que un meteorólogo le ayude a desentrañarlo antes de que la tormenta arrase discursos huecos y la credibilidad de algunos.