La huelga de hoy ha sido un éxito… para las empresas pirotécnicas. Los protagonistas principales han resultado ser los petardos, las tracas, la pólvora y el humo. Las herramientas de comunicación con que los piquetes han informado de que el paro debía ser general, tanto para quien comulgue con la medida como para los que la crean fuera de lugar.

En los polígonos industriales, en los negocios de ciudad, en los centros comerciales. La contestación sindical al que ha decidido acudir al tajo ha sido el estruendo y los gritos de ‘esquirol’, los pitos y esa sombra alargada que ofrece una masa armada de petos rojos y gargantas afónicas. Sí que han paralizado los centros laborales. Pero sólo mientras los piquetes han mantenido los mecheros encedidos. Con las verjas a media asta, muchos han estado aguardando a que la amenzara pasara. O al menos, se fuera a comer durante unas horas.

Claro que siempre queda el acuerdo entre las partes. Un pacto que consiste en que ‘haces lo que yo digo o te rajo unas ruedas’. Esa estrategia negociadora es la que impidió ayer que la mitad de los ejemplares de Diario LA RIOJA no llegaran hasta los quioscos, y con ellos una información tan libre como el derecho a la huelga que, no se sabe si paradójica o irónicamentd, los propios dirigentes sindicales reclaman ayer en la páginas de ese periódico que no salió. La mitad de los riojanos no pudo así enterarse. Otros, por lo visto, no se quieren enterar.

Los sindicatos explosionan una traca de petardos ayer a las puertas de Parque Rioja ante la cámara de Justo Rodríguez.