Miguel Ángel Revilla pertenece a esa casta de políticos con genes de histrión. Un dirigente de los que lo mismo preside (o presidía) un consejo de Gobierno que ocupa asiento en un programa del corazón. El de Polaciones es canela en rama para los periodistas aburridos de consignas recalentadas, un icono para el ciudadano de a pie hambriento de populismo. Buscas un titular y te regala cien. Escribe un libro sobre su experiencia vital y arrasa en las listas de ventas. Uno de esos personajes que si prestase sus servicios como animador de cenas populares le lloverían las ofertas, porque tiene el capazo colmado de anécdotas, parodias, anchoas y salidas del protocolo.
El chico de una pequeña localidad de Cantabria que llegó a dirigir su comunidad ha pasado por Logroño derrochando ese halo de irreverencia que le envuelve. Seguramente más por ser un personaje mediático que por su bagaje institucional. Y lo ha hecho un poco para ver a sus “hermanos de sangre” de UPR y un mucho para vender las páginas de ‘Nadie es más que nadie’. Su parada en La Rioja (o en cualquier otro sitio donde se le ponga una cámara delante) no podía ser banal. El expresidente de Cantabria regaló gratis nada menos que la solución definitiva contra la crisis: apostar por las energías renovables en vez de exprimir la operación tijera por la que opta Rajoy.
Revilla es consciente que un buen titular vale más que mil detalles, así que tampoco entró en zambras para referirse a Pedro Sanz. “Va en verano por mi tierra, porque tiene buen gusto, y siempre que está allí le llamo al hotel y me pongo a su disposición” confesó para, a renglón seguido, reconocer que nunca tuvo “buen feeling” con quien fue su homólogo. “Es de los que no disocia su condición personal con ser un fiel seguidor de la doctrina del PP”, resumió Revilla sin olvidar el episodio en el que según su versión “actuó como un chivatillo” en una Conferencia de Presidentes, provocando con sus palabras uno de los rifirrafes más amargos y sonados a nivel nacional entre ambos dirigentes.
El autor de ‘Nadie es mejor que nadie’ acabó su show literario-político en la librería Cerezo firmando autógrafos y despachando sonrisas debajo de su bigote. Entre la clientela no había nadie de un pequeño pueblo de La Rioja llamado Igea que ha llegado a presidir su comunidad.
Fotografía: Díaz Uriel