Segunda quincena del mes de junio. Desde que somos pequeños estamos esperando estas fechas porque acaban las clases, empieza el verano y nos vamos de vacaciones. Pero sin duda, el momento que más ansiaba yo era a partir del 21 de junio, Día de la Música, y en casa lo celebrábamos además por todo lo alto. La suerte de convivir con músicos y aprender a leer una partitura casi desde la cuna ha sido una experiencia única. Toda la familia interpretaba canciones de moda o piezas clásicas y el que no tenía instrumento, marcaba el ritmo con las manos o los pies a la vez que cantaba. Oasis, Guns N’ Roses, Bon Jovi, Eros Ramazzotti y hasta rancheras se unían de manera disparatada aunque magistral a Bach, Mozart o Beethoven. Palmas y voces acompañaban al unísono a los trombones, a las flautas, al piano y a las guitarras. Quien ha podido vivir instantes así no se imagina lo afortunado que ha sido. Sin embargo, siento cómo va asomando la morriña por los que fueron elementos clave entonces y ya no están, pero es ley de vida que nos vayan dejando.
Dos días más tarde se celebraba la Noche de San Juan. El 23 íbamos a comer a la calle San Juan y más tarde bajábamos al parque de detrás de casa a tomar una rica chocolatada. Por supuesto, después nos quedábamos a ver la hoguera y a la orquesta junto a algunos amigos a pesar del frío que hacía siempre. Quizá la magia sí que exista y esté en lo más sencillo, por ejemplo en momentos como estos al rodearte de música y de tu gente.
Cuando ibas haciéndote mayor aprovechabas para marcharte unos días con las amigas fuera. En la playa montábamos nuestra propia fiesta de la hoguera. Solo con la luz del fuego y de la luna llena, nos contábamos las alegrías y las penas mientras hacíamos sonar las guitarras. Recuerdo incluso que conseguimos sacar algunos acordes de “By the way” de Red Hot Chili Peppers porque nos pasamos varias noches intentándolo hasta que dimos con ella. A cabezonas no nos ganaba nadie. Hace poco nos pusimos a nombrar artistas que nos encantaban, que no eran tan comerciales y que ahora casi han desaparecido. Una lástima.
Los que sí han vuelto con fuerza son, por un lado, Bruce Springsteen, que no ha tenido buenas críticas, aunque “Western Stars” no está tan mal combinando el pop de autor con algo de country y metales. También Madonna y su “Madame X”. Creo que desde “Music” del año 2000 no he podido escuchar un disco entero de ella en condiciones. Menuda decepción. Eso no quita que tenga una estupenda producción y además el videoclip de “Dark Ballet” está inspirado en Juana de Arco con autotune de la melodía de la Danza de las Flautas de Lengüeta de Tchaikovsky. En su línea.
La banda inglesa Keane consiguió estar a la altura de U2 hace tiempo. Después de 7 años regresan con “Cause and Effect”, fieles a su estilo de rock alternativo. Con el single de presentación “The way I feel” vuelven al sonido que les dio éxito en sus inicios. Otra es Pink. “Hurts 2B Human” salió el mes pasado dejando atrás el rock y centrándose en el pop y electro-pop, muy similar a su anterior álbum. No está mal tampoco pero me quedo con su época de “M!ssundaztood”.
Mientras esperamos el retorno de algún otro músico que hay por ahí con ganas de volver, habrá que ir preparando el bikini y los instrumentos para disfrutar de la magia de estos días.