El Casco Antiguo de Logroño, al que muchos llaman simplemente Casco Viejo con un claro fin despectivo, es sin duda uno de los rincones que más secretos guarda de esta centenaria ciudad. Después de varios años viviendo en él y descubriéndolo cada día, por fin me he animado a compartir mis impresiones con el ánimo de que este CASCO ANTIGUO recupere el prestigio que antaño tuvo y desde dónde nació la ciudad que hoy conocemos. Para muchos, esta encrucijada de estrechas y empedradas calles es el albergue idóneo de largas noches de juerga; sin embargo, para otros muchos es un lugar en el que viven buscando la tranquilidad y el encanto que desprenden durante el día.
Espero que quienes lean este blog conozcan las otras caras que ofrece el Casco Antiguo para el presente y sobre todo para el futuro. El pasado no se puede cambiar, pero sí aprender de él.