Hacía mucho tiempo, demasiado, que no dedicaba un post a la relación entre las artes de la fotografía y el jazz. Volveremos a la senda de las buenas costumbres con una fotografía de Francis Wolff en la que aparece mi batería favorito de todos los tiempos: la bestia parda Elvin Jones.
Francis Wolff (Berlín, 1907 – Nueva York, 1971) fue un fotógrafo alemán que en la década de los 30, cuando ya había ganado cierto prestigio con la cámara en su país, emigró a Estados Unidos y se embarcó junto a su amigo Alfred Lion en la emocionante y arriesgada aventura de crear una compañía discográfica dedicada por entero al jazz. La empresa se llamó Blue Note Records y su importancia en el desarrollo de esta música es incalculable. El fotógrafo había pasado por tanto a convertirse en hombre de negocios, pero siguió cultivando su arte, casi como un entretenimiento, fotografiando a la multitud de grandes estrellas que pasó por los estudios de grabación de la compañía hasta finales de los 60.
Así tomó, por ejemplo, esta magnífica fotografía de Elvin Jones (Michigan, 1927 – Nueva Jersey, 2004). Me gusta la foto porque tiene un punto de escultura renacentista, con su sensación de potencia, de movimiento, con el gesto elocuente y los músculos tensos, con las venas marcadas, esas venas por donde corría febril el torrente polirrítmico de un músico gigantesco. Me parece también curioso de esta foto que casi puedo oir en ella la batería volcánica de Elvin, cuando en realidad el instrumento ni siquiera aparece en el encuadre.
Aprovechemos para ver a Elvin Jones en plena acción en la última etapa de su vida, algo menos impetuoso que en su celebrada fase coltraneana pero igual de intenso, de dinámico y tal vez más sabio. El tema es el clásico de Dizzy Gillespie titulado A Night In Tunisia, y le acompañan Bireli Lagrene a la guitarra y un organista magnífico a quien ya tenía ganas de presentar en este blog llamado Joey DeFrancesco. Se grabó en el festival de Marciac (Francia) en el verano de 1999, cuando Elvin estaba a punto de cumplir 73 años.
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