Pese a que mis gustos cinematográficos han sido cuestionados en los comentarios de algún post anterior no tengo ninguna duda a la hora de calificar esta película que presento hoy como excelente. Rotundamente magnífica. Se titula Ball of Fire (o Bola de Fuego, en español) y fue dirigina en 1941 por el gran Howard Hawks, con guión de Billy Wilder y con Gary Cooper y Barbara Stanwyck en los papeles protagonistas (¡casi nada!).
A mí me encantan estas comedias clásicas americanas, donde la historia está calculada al milímetro, rodadas con una sobriedad refinada, interpretadas por mitos a los que uno le gustaría parecerse, donde las cosas discurren con esa perfección, esa lógica, esa soltura, esa placidez que le falta a la vida. Bola de Fuego narra la historia de un estudioso del lenguaje que, junto a otros sabios, participa en la elaboración de una especie de enciclopedia. Cuando sale de las paredes de su cátedra para explorar los últimos vocablos, las últimas jergas del lenguaje, se ve sumergido en un submundo (¿o quizá es el mundo real?) de coristas, cabareteras, mafiosos y vividores y… (ya no cuento más). Pero, bueno, a lo que vamos. Si esta película está aquí es porque tiene un punto de interés más que evidente para los amantes del jazz. En ella participan el batería Gene Krupa y los músicos de su orquesta que, como veréis en la escena de aquí abajo, formaban una big band extraordinaria en aquel momento.
En esta escena a la que me refiero Krupa toca la batería con ese swing infalible que dios le dio, con esa técnica descomunal y también con ese afán exhibicionista que a mí es lo que menos me gusta…, pero es en cualquier caso un músico sobresaliente. La cantante de la orquesta es en esta ocasión la actriz protagonista de la cinta, Barbara Stanwyck, que lo hace bastante bien aunque es cierto que la melodía es simple y no le pone en demasiados aprietos. Me estoy enrollando demasiado. Vamos ya a disfrutar con la Gene Krupa Big Band. Y ojo, no os perdáis el final.
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