No me dejó buen sabor de boca el tener que iniciar el año en este blog contando una noticia triste como lo es siempre la desaparición de un gran músico, de modo que quiero desquitarme cuanto antes. No se me ocurre mejor manera de hacerlo que recordando con vosotros la escena cinematográfica que, en mi opinión, mejor ha logrado transmitir eso que podría denominarse ‘la alegría de vivir’. No hay para mí en toda la historia del cine una secuencia más optimista, más jubilosa, más feliz que la que componen estos gloriosos siete minutos de ‘Un Día en las Carreras’, la famosa película de Sam Wood, del año 1937, protagonizada por los Hermanos Marx. No quiero enrollarme más, es mejor pasar directamente a darle al ‘play’. Únicamente, señalar que los bailarines son realmente fantásticos y que el principal tema musical sobre el que pivota la escena es el standard All God’s Chillun Got Rhythm (‘Todos los Hijos de Dios Tienen Ritmo’), de Bronislaw Kaper.
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