Era difícil que la fuga llegara a meta. Aún no se había producido un final con todos los sprinters y, además, cuando el pelotón quiere, lo normal es que te coja.

Ha sido un sprint con diferentes puntas. Tanto Cavendish, el ganador, como Greipel y Sagan querían luchar por sus opciones. A Sagan no le terminan de salir bien las cosas, aunque es verdad que la llegada era más de potencia que de velocidad. Omega lo ha hecho perfecto y hasta el final no ha trabajado.

Ha sido otro día con caídas. Es el Tour. Si miras la primera semana de los últimos 15 ó 20, siempre hay caídas. Todos quieren estar delante para intentar no caerse. Hay nervios y muchas veces los directores insisten en que estés delante, pero no puede haber 200 corredores en los 30 primeros puestos.

En las fugas, el pelotón quita aproximadamente un minuto cada 10 kilómetros, así que es factible que es factible que te cojan si a falta de 70 kilómetros aventajas al grupo principal en 7 minutos. Si en la escapada hay gente con experiencia, no suele ir a tope hasta los últimos 20 ó 30 kilómetros. Si a esa distancia sacan 4 o más minutos, pueden pensar en la victoria.