El invierno nos ha alcanzado. Cambio definitivo de tiempo, niebla, bajada de temperaturas… ha llegado el frío para instalarse en nuestro armario en forma de nueva temporada. Pero no hay excusa para no disfrutar del comercio a pie de calle, todo lo contrario. Quizá ahora veamos que tenemos que renovar alguno de nuestros jerséis, o de nuestros bolsos, o una falda…
El frío no significa renunciar al estilo, todo lo contrario, podemos darle la bienvenida a otros complementos que echábamos de menos (aunque dentro de unos meses ‘los echemos de más’ pensando en el buen tiempo ¡A quién no le encanta cambiar de tercio!
Guiada por la curiosidad de descubrir una de las nuevas tiendas de la capital riojana, entré en Algo Bonito (nº 18 de la calle Doctores Castroviejo, Paseo de las Cien Tiendas). Una maniquí parecía darme la bienvenida. Me hizo sonreír encontrármela de frente, como esperando coqueta y sin darse importancia, aunque esté allí para que la observen.
Ante mí, un local revestido en madera, muy envolvente y en el que pueden verse sombreros, bolsos, bufandas, pañuelos, collares…en sus estanterías. Me giré para curiosear entre sus perchas. Presentí dos líneas distintas. Me lo explicó después Ana de la Iglesia, la encargada de la tienda en Logroño, que distinguió entre ‘casual’ y ‘women’, ésta última sería la que, de manera coloquial, llamaríamos ‘más de vestir’.
Ana viene de Zaragoza, trabajaba en esta misma empresa que se define en su web como “una compañía especializada en moda femenina”, a la que añaden el adjetivo de “asequible”. Observé que había diferentes tejidos, y según éstos, los precios subían o bajaban si se mezclaba por ejemplo el punto con piel o seda. Trabajan mucho el algodón, Ana asegura que es 100 por 100, porque les gusta que puedan encontrarlo ” quienes tienen la piel delicada”. Explica que las prendas vienen de Italia, Francia y China. El 20% de la colección es propia y se quiere potenciar.
El de Logroño es el séptimo Algo Bonito que se abre en España, pero no se trata de una franquicia. Junto a Ana, trabajan otras dos jóvenes, en este caso riojanas. La compañía, que se ha extendido desde Madrid, es una empresa familiar, fundada por Marcos Fernández. Él es un emprendedor que dejó atrás su empleo como distribuidor de una marca de camisería italiana y decidió dar el salto. Reconvirtió su experiencia en sector textil en su primer local Algo Bonito. Desde entonces han pasado tres años y siete tiendas. La última la tenemos aquí.