No hace mucho, Memphis era la ciudad en la que Elvis Presley creció desde los 13 años y en la que se encuentra su mansión, Graceland, un templo de obligada visita para sus fans y la segunda vivienda más visitada de Estados Unidos, solo superada por la Casa Blanca.
Desde que en 2001 los Grizzlies de la NBA se trasladaron a Tennessee,además, se ha convertido en la sede de una de las franquicias más serias y con mejor progresión de la mejor liga del mundo. Cuando dentro de unos años la entidad haga balance de sus tiempos pasados, deberá recordar los nombres de dos hermanos que han marcado los mejores momentos de Memphis. Dos hermanos que llegaron en 2001, cuando el equipo apostó por el mayor de ellos y lo cazó para el proyecto desde la lejana Barcelona. Pau se convirtió en la estrella, mientras que Marc inició una trayectoria de ida y vuelta que ha acabado con el mediano de los Gasol tomando el relevo del mayor al frente de la franquicia y superando los logros y registros del, por el momento, pívot de los Lakers.
Tras dos años en el Lausanne Collegiate School, su regreso y primeros pasos en España no hacían presagiar su posterior eclosión deportiva. Sus dos años en el primer equipo del Barça, condenado al fondo del banquillo por Dusko Ivanovic, fueron difíciles, hasta que un golpe de suerte le abrió la puerta de la selección española que iba a acudir al Mundial de Japón y le dio la discutida última plaza en el equipo de Pepu Hernández. Su excelente actuación en la final fue la primera muestra de lo que podía ofrecer y que enseñaría a raudales en su paso por el Akasvayu Girona, en donde se convirtió en el mejor jugador de la ACB con logros individuales solo alcanzados antes por el mítico Arvydas Sabonis.
La trayectoria de Marc ha estado ineludiblemente ligada a la de Pau. Tan ligada que el traspaso a Los Ángeles del uno supuso el paso de los derechos del otro a Memphis en lo que se consideró como uno de los acuerdos más desequilibrados de la historia de la NBA y que después se ha demostrado que fue un buena jugada de futuro de los Grizzlies. Desde la llegada de ‘la Tanqueta’ su franquicia ha crecido en torno a él. Consolidada ya como un habitual de los ‘playoffs’, ha visto a su gran oso alcanzar la cima de los pívots junto a Tim Duncan, su rival en la final del Oeste, el último hito superado.
El veterano poste de San Antonio es el siguiente reto para Marc. Si supera al interior de más prestigio de la competición se sentará en su trono y optará a su primer anillo. Es el penúltimo paso de un camino labrado a base de talento, inteligencia y paciencia, cualidades que le han transformado en, según el propio propietario de los Grizzlies, Robert Pera, “el jugador de baloncesto más interesante del mundo”.
Marc Gasol es el líder de un Memphis histórico que se jugará ante los Spurs el paso a la final de la NBA, tras una trayectoria marcada por el talento, la inteligencia y la paciencia