Vivo, divertido, gracioso, rápido en la respuesta, cachondo, con su punto lenguaraz, intenso, simpático, sin vergüenza alguna, descarado y de escaso filtro. Alto, espigado, largos brazos, moreno, atrevido hasta la osadía y la temeridad, con su punto chupón, deseando tener el balón y sentirse importante en el campo. Así recuerdo al Alberto de hace muchos […]