Al Clavijo le cuesta volver al trabajo
Habrá que ver cómo transcurre la temporada del Bodegas Rioja Vega CBC pero, de momento, lo que hay que valorarle al Club Baloncesto Clavijo es su originalidad veraniega para captar la atención de los aficionados de nuestra comunidad.
Tras su disposición para pedir disculpas a sus seguidores por las malas temporadas pasadas, este año comienza bajo el lema de #Reset. Un ‘reseteo’ que vuelva a ilusionar a la hinchada y que traiga consigo finalmente el esperado regreso a la LEB Oro.
Pese a que algunos jugadores ya se incorporaron y comenzaron a hacer trabajo individual la pasada semana, es este martes cuando el equipo comienza su pretemporada oficial.
Jenaro Díaz ha llamado a filas a sus hombres para ponerse manos a la obra con el objetivo del ascenso.
Eso sí, el primer toque de atención del técnico a su equipo técnico y al ‘roster’ no ha tenido el éxito esperado, a tenor de lo visto en el vídeo que ha lanzado el club previo al inicio de los entrenamientos. La culpa no es del mensaje sino de que uno tiene que predicar con el ejemplo para que los suyos crean en él y le sigan. Y visto lo visto en el simpático vídeo del Clavijo, Jenaro no ha cumplido con el dicho aquel de que “la mujer del César no solo debe ser honrada, sino además parecerlo”.
En plena ola de calor, con temperaturas en Logroño que rondan los 35 grados, lo normal es que los jugadores del primer equipo de la entidad riojana disfruten de la piscina, que jueguen a las cartas, que lean, incluso que jueguen (aunque sea con motocicletas infantiles, poco aptas para elementos de su peso y envergadura). Y eso es lo que se les ve hacer en buen ambiente a la nueva ‘cuadrilla’ del Bodegas Rioja Vega CBC… hasta que llega el jefe.
“¡¡¡Hey!!! ¿Qué hacéis aquí?”, pregunta el entrenador con gesto serio a sus nuevos pupilos. “Es hora de volver a la cancha, al trabajo. Tenemos que empezar. Es hora de ir a por todas, de entrenar. ¡Vamos a trabajar!”, les arenga Díaz a sus hombres.
Pero su discurso parece caer en saco roto ante unos jugadores que le miran con cara de escepticismo e incredulidad. Algo difícil de entender ante una alocución clara y precisa.
Pero sólo hay que abrir el plano para comprender por qué esos gestos de recelo y sorpresa. Y es que Jenaro está rodeado por su cintura por un llamativo flotador amarillo con forma de simpático patito talla infantil (Jenaro, deberías haber apostado por una talla adulto para tu esbelta cintura ;-)).
Lo dicho, pese a que el comandante estaba llamando a fila a sus soldados, no parecía que él se hubiera olvidado ya de las felices vacaciones veraniegas…
Y así pretende abrir la puerta al ‘reseteo’ baloncestístico el Clavijo. Porque siempre es mejor comenzar a trabajar con una sonrisa… y mejor todavía es acabar el trabajo con una sonrisa mayor.