El día de mañana
LA otra tarde estuvo a punto de arrollarme una turbamulta que abandonaba un edificio como si se estuviera derrumbando. Docenas de personas de ambos sexos prorrumpían atropelladamente, cerrándose el paso, empujándose y gesticulando, excitadas. Algunas reían, otras refunfuñaban y casi todas chillaban. Por la puerta, angosta, salía de todo: obreros, licenciados, efepés, artistas, amas de […]