Menudo panorama I (El Desgobierno)
A estas alturas de su segunda legislatura como Presidente del Gobierno, sólo por sectarismo partidista o por gratitud gástrica podrá negarse que José Luis Rodríguez Zapatero pasará a la reciente historia de España como uno de sus más nefastos gobernantes, adoleciente de una mezcla de ineptitud, falacia y arrogancia genuinamente fernandina; quizá haya que remontarse hasta aquél vendepatrias que comenzó su reinado como El Deseado y terminó como el Rey Felón para encontrar algo parecido. Créanme que no disfruto proclamándolo, ojalá que el presidente de mi país, me da igual su color político, fuese un gran estadista por la cuenta que me trae como ciudadano. Pero en estos cinco años ZP con zeta de zote sólo me ha demostrado ser un político rebosante de engañoso buenismo y hueca retórica, un consumado demagogo engañabobos, hábil vendedor -y tendedor- de humo, un resentido radical sin causa, un visajero parco en hechos pero pródigo en gestos como sacar tropas de un país en guerra para meterlas en otro, consagrar el matrimonio homosexual, promover alianzas utópicas, conceder a las mujeres la mitad de los puestos pero ni uno más, exhumar osamentas de una guerra que tuvo lugar hace 70 años (¡ista, ista, Zapatero revanchista!), negociar con asesinos terroristas o dilapidar demagógicamente el superávit con una paga que nada soluciona frente a la imparable carestía de la vida (¡ista, ista, Zapatero inflacionista!). Un gobernante, en fin, volcado en satisfacer a las minorías despreciando los intereses de la mayoría, capaz de aliarse con el nacionalismo antiespañol con tal de seguir mandando en una España más invertebrada que nunca y que conserva el resabio totalitario de la izquierda más rancia: machacar a la oposición antipatriota y facha que osa criticarlo y descalificar a quienes no compartimos sus obsesiones de “progreso” como matar seres humanos en el seno materno (¡ista, ista, Zapatero abortista!). Un político mediocre presidiendo un patético desgobierno paritario en torpeza e incapacidad de abordar el problema más grave que afecta al país, tres millones de parados y subiendo (¡ista, ista, Zapatero desempleísta!), la tasa más alta de una Europa bajo la misma crisis económica pero mejor afrontada (7 y pico por ciento en la zona euro frente a nuestro 13 y pico, con una subida interanual del 5%) que por este pésimo gestor que en la última campaña electoral, hace sólo 10 meses, prometió el pleno empleo si ganaba. Se dice que los pueblos mal gobernados tienen lo que se merecen, pero a éste no se lo merecen ni quienes lo votaron, no ya para Presidente sino para Secretario General de su partido, sin más mérito que una oportunista ambición rumiada durante años astutamente agazapado en su escaño (¡ista, ista, Zapatero arribista!). Ellos fueron, en definitiva, los responsables de que este país esté en manos de un peligroso incompetente inconsciente con piel de ingenuo optimista.