Puestos a objetar
Mi hija, que está en segundo de ESO, me pidió hace unos días que le enseñara el polinomio. Debí alarmarme visiblemente porque se apresuró a recordarme que sólo se trata de una expresión algebraica. La pobre moceta, portadora de una carga genética menos proclive al número que a la letra (aunque álgebra, que significa “reducción”, […]