La buena educación
Hace poco entré por primera vez en una golmajería cuyos canutillos de crema me habían recomendado encarecidamente. Tuve suerte porque no había nadie y la encargada me atendió enseguida, pero a mitad de tarea irrumpió en el establecimiento un individuo con maneras de cliente habitual que, sin dar ni los buenos días, le reclamó su […]