Homo sanus
Érase un hombre cuya carga genética lo predestinaba a morir de ataque cardíaco a los 54 tacos más/menos uno. O sea que, cuidándose como un atleta olímpico ante la competición, mantendría sus coronarias en tan buen estado que podría rascarle al destino hasta un añito más. Mientras que, acumulando factores de riesgo, (no de palmar […]