>

Blogs

Fernando Sáez Aldana

El bisturí

Autovía del Cidacos

Hay que ver lo chulitos que podemos llegar a ser los riojanos. Inmersos en una crisis económica abisal, afectados por una fiebre recortadora del gasto público en infraestructuras y en pleno desprestigio de las carreteras de doble sentido como vías rápidas, nos disponemos a construir una autovía entre Calahorra y Arnedo, o viceversa para no herir rivalidades. En realidad se trata de un desdoblamiento de la carretera regional LR-123 que une ambas localidades riojabajeñas, así que lo que se va a trazar es otra carretera pegada a la existente, con rotondas incluidas. Longitud: 12 kilómechos y pico. Duración de las obras: chés años. Coste: 44 millones de euros, o sea siete mil chescientos de pesetas. El análisis de estas cifras plantea varias reflexiones. Primera: las obras avanzarán al vertiginoso ritmo promedio de once metros al día; desde la calzada romana Varea-Numancia no se habrá visto nada igual. Segunda: cada uno de esos mil cien interminables días de faraónica construcción nos costará cuarenta mil euracos de vellón. Tercera: circulando a 110 por la nueva autovía (si no es a menos cuando se inaugure) se tardará tres minutos menos, pon cinco, que a los 80 actuales. La pregunta se formula sola: ¿está justificada la inversión, precisamente en estos tiempos? Ya imagino que los amigos arnedanos y calagurritanos responderán que sí, por supuesto. Pero con las importantes carencias en infraestructuras que soportamos en La Rioja, ¿era prioritario desdoblar una carretera regional por grandes que sean los pueblos que comunica? Pensemos en las carreteras nacionales de doble sentido que atraviesan la región (N-120, N-232, N-111, N-124), en sus peligrosas curvas, travesías y cambios de rasante, en sus graves accidentes y sus víctimas, y preguntémonos si no hubiera sido más acertado mejorar cualquiera de los tramos negros de estas vías más importantes y por tanto más transitadas. Antes de que los supuestamente beneficiados por el desdoblamiento me llamen de todo por opinar esto diré que al menos la Autovía del Cidacos tendrá sus cosas buenas. Como que quizá ni se molesten en instalar radar en una carretera en la que para cuando te pones a 110 casi has llegado, o que cuando modifiquen el límite de velocidad sólo habrá que gastar dos pegatinas, una en cada extremo. A ver, establecer prioridades en las inversiones públicas siempre es un asunto difícil sometido a discusión, pero en este caso da la impresión de que intereses comarcales se han impuesto a los generales de los riojanos. A ver si no hacía más falta una autovía Haro-Armiñón, por ejemplo. O Haro-Pancorbo. O Haro-Ezcaray. O Haro-Logroño, mismamente. Por favor.

Temas

Por Fernando SÁEZ ALDANA

Sobre el autor

Haro, 1953. Doctor en Medicina especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología jubilado en 2018, ya escribía antes de ser médico y lo seguirá haciendo hasta el final. Ha publicado varios libros de relatos y novelas y ha obtenido numerosos premios literarios y accésits. El bisturí es una columna de opinión que publica Diario LA RIOJA todos los jueves desde 2004.


marzo 2011
MTWTFSS
 123456
78910111213
14151617181920
21222324252627
28293031