>

Blogs

Fernando Sáez Aldana

El bisturí

¿Bienvenida, Frau Merkel?

En 2005 esta columna cuestionaba el Estado de las Autonomías como “estructura territorial del Estado inventada como solución a la secular invertebración de España pero que nos está retrotrayendo a la Hispania medieval de los reinos de taifas (…) exacerbando las tendencias centrífugas ya existentes y creándolas donde no se conocían, de manera que las autonomías de segunda (tiene gracia que el País Vasco y Cataluña sean nacionalidades históricas y no Castilla o Aragón) quieren ser como las de primera y éstas ya sólo se conforman con la independencia”. La crítica concluía que “el carísimo y barullero Estado de las Autonomías ha pasado de ser la gran solución al gran problema: un disparate multiplicado por diecisiete, una suicida huida hacia adelante de una Nación con cinco siglos de existencia y un gravísimo error histórico que deberíamos ser capaces de enmendar antes de convertir España en un absurdo puzle de Autonomías sin Estado, y algunas contra el Estado.”

Desempolvo estas líneas -escritas cuando te llamaban de todo por opinar así-, no para dármelas de clarividente sino por acreditar un dictamen que posiblemente suscriban ya la mayoría de los españoles. Y para que no me tachen de oportunista por afirmar ahora que la España autonómica, además de un fracaso y un despropósito históricos, es causa principal de la ruina que nos asola. La tesis favorable al invento, esgrimido en autonomías tan absurdas como la nuestra: que gracias a él La Rioja ha alcanzado niveles de desarrollo inimaginables hace treinta años, no me convence. Porque no sabemos cuáles serían esos niveles sin estatuto de Autonomía uniprovincial, quizás iguales o superiores, y porque sí sabemos cómo se han alcanzado: endeudándonos hasta el flequillo. En cambio, los argumentos en contra: coste insostenible, desigualdad entre españoles, hipertrofia administrativa, deslealtades territoriales hacia una España empobrecida, cada vez más ingobernable e  internacionalmente devaluada, son de peso.

Los grandes males exigen grandes remedios, y es hora de aplicárselo al desbarajuste autonómico. El problema es que este Estado autonómico es el caldo de cultivo de una oligarquía política que, evidentemente, no está por la labor de desmontar el tinglado emprendiendo con coraje y altura de miras una corrección histórica que devuelva al Estado cohesión, fortaleza, capacidad de gestión y, a buen seguro, prosperidad a sus súbditos. Así que cada vez son más las voces que piden a quienes sostienen la sartén europea por el mango que no nos traigan la lluvia de millones del posible rescate para que todo siga igual, sino con la exigencia de acabar a cambio con esta calamidad que puede arruinarnos por generaciones. Tome nota, canciller.

Temas

Por Fernando SÁEZ ALDANA

Sobre el autor

Haro, 1953. Doctor en Medicina especialista en Cirugía Ortopédica y Traumatología jubilado en 2018, ya escribía antes de ser médico y lo seguirá haciendo hasta el final. Ha publicado varios libros de relatos y novelas y ha obtenido numerosos premios literarios y accésits. El bisturí es una columna de opinión que publica Diario LA RIOJA todos los jueves desde 2004.


septiembre 2012
MTWTFSS
     12
3456789
10111213141516
17181920212223
24252627282930