Algunas semanas uno se las ve para escribir sobre algo, pero otras lees cosas que te inspirarían varias columnas. Como éstas:

En plan didáctico-concienciador, “La DGT informará en las multas de las posibles consecuencias de la infracción sancionada”. Así, una por exceso de velocidad podrá llevar al dorso un gráfico explicando que una colisión frontal a 150 equivale a caerse desde una torre de la Redonda. A ver qué coño importa eso si te soplan 300 euros y dos puntos por circular a 110 por un tramo de autovía desierta absurdamente (¿o arteramente?) limitado a 80.

“La Generalitat prohibirá la presencia de animales en el circo”. Teniendo en cuenta que, aparte del Parlament, en Cataluña al parecer solo queda activo un circo que no actúa desde hace más de un año, y que en esa región española han blindado los correbous (toros ensogados o embolados a los que atan de patas y rabo para ponerles antorchas en los cuernos y soltarlos por las calles), parece que, igual que hicieron con la lidia, no se trata de respetar animales sino de proteger el maltrato si es autóctono.

En el funeral de los pobres mineros muertos en la tragedia del pozo Emilio del Valle se pidió «que Dios perdone a los responsables, porque esto se podía haber evitado». Desde luego, pero no eliminando el grisú, que es inherente al mineral, sino abandonando de una vez la ruinosa explotación de carbón español, un recurso no estratégico subvencionado que no es rentable por razones geológicas y cuya extracción, aparte de más penosa y peligrosa, nos sale mucho más cara que importarlo.

1.200 personas se manifiestan en Logroño con una pancarta que rezaba «No al cruce de la circunvalación» para acceder a su Centro de Salud tras la zonificación decretada por la Consejería. Un extraño que lo lea en internet se imaginará ancianos en sillas de ruedas, embarazadas o papás con cochecitos de niños y lesionados con muletas que han de jugarse la vida esquivando a nivel camiones, coches y motos lanzados por la autovía que tan peligrosamente les separa del médico. Cuando le cuenten la realidad quizá no entienda la protesta.

“El PSOE reclama exhumar los restos de Franco” con objeto de «resignificar y reconvertir el Valle de los Caídos en un espacio para la cultura de la reconciliación». Estaría muy bien si no fuera porque resignificar es una palabra inexistente y por tanto sin significado y que reconvertir quiere decir « hacer que vuelva a su situación anterior lo que ha sufrido un cambio» y el Valle siempre ha sido el mausoleo del dictador, a no ser que pretendan resucitarlo y, de paso, reconciliarse con él. ¿Por qué no se compran un diccionario?