Un milímetro menos
Mi tío abuelo Gordiano Aldana de San Asensio rondaría los noventa cuando, alarmado por una repentina sucesión de achaques, exclamó todo serio: «¡Pero a mí, ¿qué vejez me espera?!». Traigo la anécdota para ilustrar la reflexión de mi última columna del año: que con frecuencia nos comportarnos como si viviésemos eternamente. Puede que desconocer la […]