Ardor teocrático
El vivo dolor producido por una pequeña quemadura de primer grado, que sólo enrojece la piel, permite imaginar el espantoso sufrimiento que infligirá la combustión de todo el cuerpo. Por eso el sadismo humano ha utilizado el fuego como suplicio en todas las épocas para castigar delitos civiles pero, sobre todo, como represión por la […]