Esperpéntico
Una escala que midiese el hartazgo humano establecería cuatro niveles, de menos a más: hasta la coronilla, hasta las narices, hasta cuatro palmos más abajo y hasta donde estamos del puñetero prusés, del maldito «desafío soberanista», del insoportable «pulso independentista», es decir, del intolerable golpe contra el Estado de derecho español propinado desde sus propias […]