La milla de oro
Cuentan que el visitante de una aldea castellana quedó tan impresionado por la desproporción entre su descomunal templo parroquial y el exiguo caserío, que preguntó a los lugareños dónde estaba el pueblo de aquella iglesia. Algo así podría sucederle hoy el forastero que llegase a Logroño cuando contemplara el faraónico conjunto de las pirámides gemelas […]