La Federación de Servicios Públicos (FSP) del sindicato UGT ha publicado un informe anónimo titulado «La verdad sobre la sanidad riojana» que a mi juicio es un panfleto tendencioso en el que esta organización muestra su aversión hacia el sector privado en general y su enfermiza obsesión por la nefanda sanidad privada en particular. Tras describir con detalle las empresas del sector que operan en La Rioja (con bastantes errores, por cierto), como denunciando su intolerable existencia, y exponer su infumable teoría de la conspiración sanitaria, el documento concluye exigiendo la dimisión del Consejero del ramo solo porque en esta Comunidad se desarrolla la «Colaboración con la Iniciativa Privada» prevista en el título VIII de la Ley de Salud de la Rioja  (2002) y no, como tendría sentido, aportando pruebas de que se esté haciendo de modo ilícito.

Pues verán. Hace tres meses, dos pacientes de la Rioja Baja tuvieron la doble mala suerte de sufrir en plenas navidades sendas graves lesiones cuya reparación exigía intervención quirúrgica urgente. Alegando no poder realizarlas, el mediano hospital público de Calahorra puso en marcha la pertinente derivación a su centro de referencia asistencial, el gran hospital público San Pedro de Logroño, que no asumió su responsabilidad y negó el traslado. Los días fueron pasando sin solución para las intervenciones hasta que la dirección del pequeño hospital privado Viamed Los Manzanos de Lardero donde trabajo nos trasladó el irregular pero comprensible favor de realizarlas solicitado por Calahorra, lo que hicimos sin otra obligación que la ética profesional y, lejos de aprovechar para «hacer negocio», renunciando a cualquier remuneración. Cobrar sin trabajar (como un liberado sindical, por ejemplo), eso sí que es un buen negocio.

Espero que, en pocas líneas, esta historia «mostrará a la luz pública el oscurantismo con el que se teje la sanidad privada y la ausencia de justificación utilizada para la cesión a la empresa privada de un ámbito público» mejor que el extenso libelo de la FSP a cuya introducción pertenece esta frase. Una historia sintomática del fracaso de un modelo ineficaz de funcionamiento hospitalario —que con miles de trabajadores, buenos profesionales y excelentes recursos materiales, 18 quirófanos entre ellos, fue incapaz de atender dos urgencias quirúrgicas durante una semana—, cuya perpetuación se defiende a machamartillo. Yo no me atrevería a pontificar sobre La Verdad de la Sanidad Riojana, pero lo que acabo de contarles es tan verdad como que hoy es jueves.