Si las elecciones al Parlamento europeo celebradas el pasado 25 de mayo formasen parte de un campeonato de Fórmula 1, la parrilla de salida de la siguiente carrera en La Rioja (la de las elecciones autonómicas ymunicipales del 2015) marcaría notables diferencias con todas las pruebas disputadas con anterioridad.
Una escudería campeona como el PP de Pedro Sanz perdió más de 27 puestos en la pole position, y su inmediata seguidora, el PSOE de César Luena, se retrasó 44 puestos. A los dos partidos se les gripó el motor el 25M. Un exceso de temperatura, en este caso de expectativas, o una falta de lubricante provocada por la huida de votantes desencantados fundió las piezas de ambos motores antaño irrompibles.
La avería mecánica fue mucho más grave para el PSOE. El coche no arrancó ni para retirarlo del circuito. Por su izquierda le adelantaron IU y Podemos. Los de Henar Moreno esta vez completaron la carrera sin salidas de pista y remontaron ocho puestos.
Mención especial merece Podemos. Con un SEAT Panda alcanzó una velocidad de 8.536 votantes en su primer gran premio. Y UPyD, liderado por Emilio Sáez de Guinoa, confirmó su excelente temporada volviendo a subirse al tercer cajón del podio político de La Rioja.
Por su parte, el PP perdió aceleración y sufrió los problemas dinámicos previstos porque los electores tienen la extraña manía de dar toques de atención a través de las urnas. Con todo –puf, puf, puf– el coche con la gaviota en el alerón llegó el primero a meta.
Ayer se reunieron los grandes equipos para valorar la clasificación general: el PSOE, que derrapa como un loco desde hace años, mantiene que sigue en «la buena dirección» (sic). Y el PP se consuela con ver a los socialistas estrellados sobre el asfalto político.