La última esperanza
Bueno, pues está visto que ha de ser así: todos los días profundizamos en nuestra amargura social con un nuevo caso de corrupción político-institucional-empresarial-financiera. Porque ya lo saben: no es que ahora haya más corruptos que antes, sino que la corrupción se ve más. Se ve más y, también, la intolerancia de los ciudadanos […]