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Mayte Ciriza

Que quede entre nosotros

Por llevar escote

Agosto empezaba con un nuevo caso de violencia de
género: en un pueblo de Granada, un hombre mataba a su ex mujer con 174
puñaladas por todo el cuerpo, 174. El mismo agosto se cierra con el no menos brutal asesinato de Osuna: el
sábado pasado, un hombre, sobre el que pesaba una orden de alejamiento, pegaba
cuatro tiros a su mujer y a su hija embarazada.

 

También en estos días se ha hecho público que las
mujeres víctimas de sus parejas han aumentado un 30% en lo que va de año:
llevamos ya 50 frente a las 62 de todo 2005 (todo ello a pesar de la Ley Integral contra la Violencia de Género). El
repunte de casos se produce en verano y en navidades, así que todavía hay que
superar diciembre. Entre los inmigrantes el porcentaje es mayor: cuatro de cada
diez mujeres víctimas de esta violencia son extranjeras, proceden de culturas
más machistas que consideran a las mujeres en una posición inferior y que
aceptan peor la igualdad entre hombres y mujeres. Pero siendo esto así, no
debemos engañar nuestra “conciencia social” pensando que es un problema de los
inmigrantes, porque la violencia doméstica es una lacra que afecta a todos los
sectores sociales.

 

Los datos que se han hecho públicos a finales de este
mes me parecen una terrible llamada de atención a toda la sociedad. Hay muchas
medidas en marcha, pero no es suficiente, hay que elevar la conciencia social
sobre la gravedad de la violencia contra las mujeres, hay que profundizar en
las causas y seguir buscando qué medidas resultan más eficaces para combatirla.
Ya está bien de considerar que los casos de violencia machista son simples
disputas familiares. La presión social es importante porque, aunque los
maltratadores no se avergüenzan de pegar a sus parejas, no aguantan la
vergüenza de que se haga público y tener que enfrentarse a su entorno.

 

Según un informe del Consejo de Europa, la violencia
de género es la principal causa de invalidez y muerte de las mujeres europeas
de entre 16 y 44 años, por delante del cáncer o los accidentes de tráfico. En
lo que va de año se han presentado en España cerca de 30.000 denuncias de
maltrato y eso que sólo se denuncia el 10% de los
casos. En cambio
, según el CIS, figura en el puesto 19 de las
preocupaciones de nuestra sociedad, un puesto bajísimo que no se corresponde
con la magnitud y la brutalidad de este problema. Un drama que muchas veces
comienza, como en el caso del asesino de Osuna, pegando a su mujer “por llevar
escote”.

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Por Mayte CIRIZA

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