>

Blogs

Mayte Ciriza

Que quede entre nosotros

Un riesgo para la salud

Duermen menos, hacen menos ejercicio y trabajan más. La ansiedad les afecta el doble y la depresión también en una proporción de tres a uno. Soportan una doble jornada laboral: tienen un trabajo remunerado y otro trabajo doméstico, y por eso disfrutan de menos tiempo de ocio, practican menos deporte y descansan menos. Es la suya una lucha contra el reloj, sin tiempo personal. ¿Que de quién hablo? ¡De las mujeres! Y por si fuera poco, más agobiadas y más calvas, porque la alopecia les afecta también cada vez más a ellas, por el estrés y por las dietas adelgazantes, esa nueva tiranía de la moda.
La semana pasada se hizo público el informe “Salud y género”, del Ministerio de Sanidad, que deja constancia de que aunque las mujeres viven más que los hombres, viven peor. Viven más años que los hombres, pero tienen menos años libres de enfermedades y achaques. Después de competir en el trabajo, recae sobre ellas la mayor parte de la educación de los hijos y el mantenimiento del hogar.
Una de las cosas que más me llama la atención es que cuando sufren un infarto, las mujeres tardan una hora más de media en recibir atención sanitaria, en parte porque dan menos importancia al dolor agudo, no como los hombres, que van al médico a la mínima. También influye el hecho de que las mujeres anteponen la salud de su familia a la propia y se preocupan menos de sí mismas.
Todo esto para, encima, cobrar menos que los hombres por el mismo trabajo, en torno al 30% menos. A esto se añade que las mujeres no ascienden con la misma facilidad que los hombres a puestos de responsabilidad: tienen que destacar, se les pide más en las mismas condiciones. Hay menos mujeres en el poder, aunque creo que es cuestión de tiempo, ya que dentro de una generación el panorama será distinto.
Pero esto no se va a cambiar únicamente con cuotas. Las mujeres impondrán la igualdad con su talento, con su capacidad y con su esfuerzo. Con las cuotas tranquilizan algunos sus conciencias, pero lo más importante es apoyar a las mujeres en el día a día, con medidas eficaces para el fomento del empleo, para conciliar la vida familiar y laboral, para la lucha contra la discriminación salarial o contra la precariedad laboral, para avanzar en la igualdad real y no quedarnos en una mera paridad de fachada. Y trabajar en algo fundamental: la educación, los hábitos y las costumbres desde la infancia.
Para que ser mujer no sea un riesgo para la salud.

Temas

Por Mayte CIRIZA

Sobre el autor