El eco de la indignación y el escándalo se irá perdiendo entre el ruido de otras noticias, de otras fotos y de otras paginas de periódico. Jueces, fiscales y ministros volverán a sus rutinas. Pasará el tiempo y no se cambiarán las Leyes que permiten que los violadores salgan a la calle sin cumplir ni un año de cárcel por cada violación.
Entre indignados e incrédulos asistíamos el pasado domingo a la salida de la cárcel del violador de
Un violador reincidente, aquí en
Por eso, hay que dar una vuelta al sistema judicial. No puede ser que un violador salga tan ricamente sin cumplir ni un tercio de la condena. Sin ir más lejos, ese “terrorista de género” que es el violador de
Todo esto despide un tufillo a machismo soterrado,como si la violación fuera un delito menor. Al fin y al cabo, las mujeres están para ser dominadas. Sólo así se explica que no se actúe de forma rápida y contundente. Una de las víctimas se lamentaba en la prensa estos días: “He sido violada por el violador y por la justicia”.
La polémica pasará. Nadie se acordará de Lucía, que tiene que salir acompañada de casa cada mañana, que no puede mantener una relación sexual normal, que no cree en la justicia ni en las leyes, que sigue necesitando ir al psiquiatra aunque sólo le corresponde media hora cada cuatro meses. Nadie se acordará de esta mujer que lucha por salir adelante y borrar de una vez aquella tarde en que se le acercó en el garaje para violarla, un tipo que acababa de salir de la cárcel por violación; el mismo que pocos años después volvería a salir de la cárcel por ese mismo delito. Que volvería a salir mucho antes de que Lucía pudiera borrar el recuerdo de aquella tarde en que empezaba a oscurecer una hora antes.